A FINALES DE 2023 EL STOCK ASCENDÍA A 700.000 UNIDADES, SEGÚN EL BANCO DE ESPAÑA, QUE INSISTE EN LA INSUFICIENCIA DE LA OFERTA PARA SATISFACER LA DEMANDA.

España no tiene suficiente vivienda para satisfacer su creciente demanda. Ni nueva ni usada. Y el Banco de España lo ha vuelto a poner de manifiesto en su Informe de Estabilidad Financiera, en el que advierte del importante descenso del stock de producto de segunda mano que se está produciendo en los últimos años, añadiendo con ello más presión al mercado.

Según sus cálculos, la oferta de vivienda usada, aproximada por el número de anuncios publicados en los principales portales inmobiliarios, se situó a finales de 2023 en 700.000 unidades, una cantidad un 3% inferior a la observada un año antes y un 14% por debajo de su máximo en la parte final de 2019. ‘Entre 2021 y 2023, hemos vivido un auténtico boom de actividad inmobiliaria impulsado por la compra de viviendas. La oferta de segunda mano se ha contraído de manera proporcional a las ventas realizadas. En estos momentos, en el primer trimestre de 2024, la oferta de vivienda usada en los portales sigue reduciéndose porque los ciudadanos siguen comprando a niveles muy positivos’, afirman desde Fotocasa, para explicar los motivos de esta reducción de oferta. La encargada de suplir la menguante oferta de vivienda usada debería ser la nueva. Pero no es el caso.

El supervisor financiero asegura en el documento que la oferta de vivienda nueva, medida como el número de unidades terminadas, se situó cerca de las 90.000 unidades en 2023, sensiblemente por debajo tanto de su promedio histórico anual desde 1980 (270.000) como de la formación neta de hogares en 2023 (próxima a 270.000 unidades). El problema de la falta de vivienda nueva, además, es recurrente en los últimos años.